JUANA "LA LOCA"
Fue apodada como “Juana la Loca”, y se cree que sus trastornos mentales, los heredó de su abuela materna, que también los padecía.
Aunque tenía pactado el matrimonio con Felipe de Habsburgo "el Hermoso", al conocerle se enamoró locamente de él y no quiso esperar. Se casaron ese mismo día, 4 días antes de lo acordado.
Era extremadamente celosa y estaba tan obsesionada con su marido, que ordenó que todas sus sirvientas fueran viejas y feas, para no provocar a su esposo.
Pese a que sus padres eran los Reyes Católicos, ella manifestó escepticismo religioso y poca devoción por el culto y ritos cristianos.
Tuvo 6 hijos con Felipe "el Hermoso". Durante una fiesta, dio a luz en un retrete a su segundo hijo, Carlos I.
Deseaba con tanto fervor a su marido, que era castigada sin sexo cuando le desobedecía.
Tuvo varias peleas con otras mujeres debido a sus celos enfermizos.
Tras morir su marido, no quiso que fuera enterrado y durante un par de meses, estuvo abriendo su ataúd a diario, para abrazarle y besarle.
Tras pasear el cadáver de su marido por España durante un par de años, consiguieron convencerla para enterrarle.
Ordenó que el traslado fuera por la noche, para que ninguna mujer pudiera ver a su marido.
Mientras daba a luz a su hija Catalina, no quiso empujar durante el parto, ya que decía que no iba a ayudar en algo, que su amado esposo no podría ver.
Desde la muerte de su marido, dejó de asearse y cambiarse de ropa durante muchos años.
Su padre, Fernando el Católico, (por sugerencia de su esposo Felipe "El hermoso") la recluyó en un palacio de Tordesillas (Valladolid), por su incapacidad mental y permaneció allí durante 46 años, hasta que murió a los 75 años.