Tuvo que casarse con Bárbara de Braganza, pero terminaron enamorados.
Su hermano Luis, le regaló la Casa de Campo de Madrid.
Se volvió muy hipocondríaco por la muerte de su hermano.
Todos los jueves Santos, participaba en una ceremonia, donde sentaba a su mesa a 13 pobres (previo reconocimiento médico) y les lavaba los pies.
Al heredar el reinó, lo primero que hizo fue desterrar a su madrastra a La Granja y emprender numerosas reformas políticas de desarrollo, para mejorar la agricultura y la economía (autorizó la libre circulación de mercancías en todo el Estado y refundió todos los tributos en uno).
Autorizó la tercera "Gran Redada" para arrestar y así "extinguir" a todos los gitanos del reino, donde hubo entre 9.000 y 12.000 apresados.
Tras la muerte de su esposa, cayó en una fuerte depresión y enloqueció. Lloraba desconsoladamente, aullaba por el castillo de Villaviciosa de Odón, intentó suicidarse varias veces, pegaba a sus lacayos, no se aseaba y perdió el apetito.
Al no tener hijos, nombró sucesor a Carlos III, y de regente a Isabel de Farnesio, algo impensable.